Carta 1: desde los restos
Cartas desde el terreno* 1: desde los restos
Del: Colectivo ZoukakA los artistas y trabajadores culturales, pensadores, escritores y filósofos en los EE. UU., la UE y los países de la Commonwealth
Imaginad:
Un padre abraza una caja de zapatos, sosteniendo los restos irreconocibles de
su hijo.
Desde esos
restos escribimos esta carta. Desde esos
restos miramos la historia. La historia que evitamos cuando nos preguntan cómo
estamos. Entre esos restos no hay
espacio para la cortesía. No hay espacio para la resiliencia. En esos
restos se encuentra la honestidad.
Tenemos delante los restos: las cajas de zapatos de nuestras
realidades.
Cuando nos preguntáis cómo estamos, no sabemos cómo responderos. Tan solo podemos narrar lo que tenemos delante:
Estamos en
frente de tecnologías militares basadas en inteligencia artificial y armas
prohibidas por la comunidad internacional. Israel ataca nuestros civiles, nuestras
familias, periodistas, escritores, pensadores, artistas, trabajadores sociales,
médicos y líderes políticos. Destruye nuestras ciudades, aldeas, tierras,
sitios históricos, olivos y robles.
Desde
1948 vivimos una estrategia de aniquilación sistemática de nuestras sociedades
levantinas a nivel cultural, geográfico, social y político. El asesinato actual
de nuestros bebés, el exterminio de familias completas, el encarcelamiento y
abuso de hombres, mujeres, jóvenes y niños, el bombardeo deliberado de nuestros
fetos y la quema de nuestros desplazados vivos en Palestina llega ahora al
Líbano con la clara intención de continuar robando nuestros recursos y quedarse.
Esta es solo la última fase de un crimen sistemático que ha devastado nuestra
tierra y nuestros cuerpos durante décadas. No es difícil de entender.
Cuando a veces definís nuestra situación como "complicada" y nos decís que no hay palabras, tampoco nosotros las encontramos. Cuando nos aseguráis que estáis preocupados por nosotros, tampoco sabemos qué decir.
Nosotros
también estamos preocupados.
Nos preocupa ver como se censura en algunos de vuestros países; artistas, académicos, periodistas, estudiantes y empleados son cancelados, silenciados o desafiados constantemente cuando mencionan directa o indirectamente Palestina. Las atrocidades actuales se desarrollan ante vuestros ojos, documentadas en línea y fuera de ella. ¿Qué intenta ocultar esta censura?
Nos preocupa que el debate público en vuestras sociedades se desvíe a menudo hacia los síntomas en lugar de encarar las causas. Se utilizan palabras como "conflicto", "terrorismo" y "víctimas civiles" en lugar de "ocupación", "colonialismo", "apartheid" y "lucha por la libertad". Esta confusión entre síntomas y causas es un problema de lógica. Pero más allá de la lógica, muestra la tremenda injusticia.
Nos
preocupa ver como vuestras sociedades normalizan y legitiman la violencia y el
asesinato. Vuestras sociedades producen una cultura y una forma de pensar que reconcilian con la violencia, la justifican o os distraen de ella, permitiendo que las
dinámicas de dominación prevalezcan en un completo desastre ético.
Nos preocupa el flagrante aumento de discursos fanáticos y xenófobos, donde la islamofobia se normaliza y el racismo y el odio a la emigración se convierten en la realidad, anunciando un fracaso político total.
“¿Cómo
podemos ayudaros? nos preguntáis. No encontramos palabras.
Solo
vemos lo que tenemos en frente. Lo que confrontamos define el lugar donde nos
hallamos.
**Aquí
estamos.**
Estamos
aferrados al poder de la política, en lugar de a la política del poder.
Nos mantenemos
firmes en nuestro compromiso con la vida, resistiendo la “desinformación
histórica”, ya que la distorsión deliberada del pasado sostiene sistemas de
opresión y perpetúa la ocupación y la colonización.
Estamos
en la tierra como un ejemplo vivo que niega la desinformación exportada por Israel. Los soldados israelíes están en esta tierra como un ejemplo vivo de la
celebración de la brutalidad, compartiendo fotos y videos de asesinatos,
torturas, fiestas y cenas frente a una población a la que deliberadamente condenan
al hambre.
Nos mantenemos firmes en nuestra creencia en diversidad política y en la naturaleza sociohistórica de nuestra región, que ha estado bajo una presión aniquiladora desde la creación de Israel en 1948 como un proyecto político colonial de asentamiento nacional-religioso, ajeno a nuestra filosofía y práctica de vida basada en la diversidad y la convivencia.
**Desde el lugar donde nos hallamos, lo que queda son preguntas:**
¿Qué podéis
hacer para abordar las cuestiones que ponen en riesgo los cimientos de vuestras
propias sociedades?
¿Cómo podéis
defender la equidad y sus libertades?
¿Cómo
puede vuestro arte deslegitimar la violencia y fomentar una rebelión creativa
contra ella?
¿Qué
puede hacerse para detener la normalización de la militarización y el fascismo
en vuestras sociedades?
**Para que podamos servir a la VIDA; juntos.**
Hassan Hamad, periodista palestino asesinado en Gaza el 6 de octubre de 2024.
Heba Ghazi Ibrahim Zaqout, artista visual y docente de bellas artes, asesinada con su hijo en Gaza el 13 de octubre de 2023.
Refaat Alareer, escritor y activista palestino, asesinado con su familia en Gaza el 6 de diciembre de 2023.
Shireen Abu Akleh, periodista palestino-estadounidense, asesinada por fuerzas israelíes el 11 de mayo de 2022.
Muhammad Al Durra, niño de 12 años, asesinado en Gaza en 2000.
Ghassan Kanafani, escritor y político palestino, asesinado con su sobrina en 1972.
Vivimos una agresión. Aquí, en Líbano, desde el colectivo Zoukak, damos inicio a esta serie de cartas que surgen del momento presente. En cada una, nos dirigiremos a una audiencia específica, compartiendo con ellos lo que nos inquieta. A través de estas cartas, intentamos mostrar lo que las frases vacías ocultan de la vista. Con estas cartas, buscamos respirar bajo los escombros de la realidad, sacudiéndonos el polvo de la guerra y de las noticias inventadas... las enviamos como mensajes, como la sonrisa de un palestino a los pies de los soldados.
El título se inspira en la novela de Dostoyevski "Memorias del subsuelo", donde el protagonista cuestiona los valores humanos desde un entorno subterráneo, y en la película “Underground” de Emir Kusturica, que narra la historia de un grupo de personas que viven bajo tierra años después de que la guerra haya terminado, convencidos de que aún continúa, mientras reciben noticias falsas fabricadas por un traficante de armas.